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La compañía destaca la necesidad de ir más allá de las cero emisiones, trabajando para construir una industria circular, mucho más respetuosa con el medioambiente.
Tras la publicación del Plan de Acción para el Acero de la Unión Europea, Hydnum Steel agradece que, desde las instituciones europeas, se reconozca la relevancia del sector del acero como un pilar clave en la economía. Sin embargo, aún deja cuestiones sin resolver para garantizar la transición efectiva hacia el acero verde y hacia una mayor autonomía estratégica europea en la producción de acero.
Hydnum Steel, como uno de los dos únicos proyectos de producción de acero 100% descarbonizado en Europa, destaca la necesidad de ir más allá de las cero emisiones, trabajando para construir una industria circular, mucho más respetuosa con el medioambiente y que trabaje realmente para revertir el daño causado por al planeta. Para ello, la compañía se pone al servicio de la Comisión Europea con el objetivo de seguir avanzando en el desarrollo de este plan e incluir algunas de las siguientes consideraciones:
Falta de diferenciación en los datos de producción de acero
Las cifras presentadas en el plan sobre la producción de metales en Europa no reflejan al completo la realidad del sector. Si bien es cierto que la Unión Europea produce el 90% de su acero, es necesario diferenciar entre aceros planos y largos, ya que Europa presenta un gran déficit en la producción de acero plano. Concretamente, a nivel europeo, tenemos una balanza comercial negativa de 11 millones de toneladas y, en el caso de España, de en torno a 4/5 millones de toneladas.
Este es un punto crítico, ya que el acero plano es esencial para la industria europea porque es el tipo de acero más utilizado en sectores estratégicos como la automoción, las energías renovables y la construcción de infraestructuras avanzadas.
Para reforzar su soberanía industrial europea y garantizar el acceso a materias primas clave sin depender de mercados externos, es imprescindible incrementar la producción de acero plano en Europa.
Descarbonización de la industria del acero
El acero y los metales representan el 8,1% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. En su plan de acción, la Comisión Europea señala que la falta de incentivos financieros y la reticencia de los clientes a pagar un “green premium” dificultan la transición hacia una producción baja en carbono.
Es cierto que la falta de incentivos y los altos costes energéticos pueden suponer un obstáculo para la descarbonización del sector. Sin embargo, Europa cuenta con algunos proyectos de referencia en la producción de acero 100% descarbonizado, como el de Hydnum Steel, por lo que es necesario incorporar mecanismos que apoyen el desarrollo de estos proyectos, reduciendo los trámites burocráticos y facilitando el acceso a nuevas vías de financiación.
Por otro lado, es importante asegurar que la industria de acero verde europea pueda competir en igualdad de condiciones frente a otros mercados menos exigentes en regulación ambiental. Por ello, proponemos que se establezca un fondo de compensación para empresas que apuesten por el acero verde, así como medidas fiscales que incentiven su uso en sectores estratégicos como el de la automoción y el de la construcción.
Etiqueta voluntaria para productos industriales
El plan refuerza el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), con el objetivo de garantizar que el acero importado cumpla con los mismos estándares climáticos que el producido en Europa.
En este sentido, valoramos positivamente este requisito y confiamos en que establecer un marco regulatorio responda a la demanda real de acero verde.
Una apuesta por la sostenibilidad que vaya más allá de la descarbonización
La descarbonización de la industria siderúrgica es esencial pero, para impulsar una verdadera transición sostenible en el sector, es necesario ser más ambiciosos y apostar por otras medidas que nos permitan avanzar hacia un modelo de producción de acero mucho más respetuoso con el medioambiente.
En ese sentido, es necesario incorporar requisitos de circularidad en la producción de acero, especialmente en lo referente a materias primas tan esenciales como el agua o al uso de la chatarra como sustituto del mineral hierro. Esta apuesta por la circularidad permitirá que la fabricación de acero se base en un uso mucho más eficiente de las materias primas, reduciendo así su impacto ambiental más allá de la huella de carbono.
Costes energéticos y acceso a energía limpia
El documento reconoce que los costes energéticos siguen siendo hasta 3 veces más altos en la Unión Europea que en Estados Unidos, lo que pone en desventaja a la industria europea.
Por lo tanto, es imprescindible garantizar energía asequible para que la producción de acero verde sea viable. El plan menciona medidas como la promoción de acuerdos de compra de energía (PPAs) y reducciones fiscales, pero no concreta cómo se aplicarán.
Es importante concretar cómo se aplicarán estas medidas, así como acelerar la implantación de infraestructuras para el desarrollo del hidrógeno verde, un vector energético clave para la descarbonización del acero.
Sobrecapacidad global y riesgos para la industria europea
El documento destaca que la sobrecapacidad global en el sector del acero es 4,5 veces superior al consumo anual de la UE, lo que genera una competencia desleal, impulsada principalmente por China y otros países con subsidios distorsionantes.
Aunque el reconocimiento del problema es positivo, es necesario que el plan incluya medidas más concretas para proteger la industria europea, incluyendo mecanismos de defensa comercial más estrictos para evitar que el acero europeo, que aspira a ser líder en descarbonización, sea desplazado por importaciones más baratas y contaminantes.