WeareCobots Barcelona sitúa la IA como revulsivo para que la robótica se extienda a la pyme catalana

Los robots aprenden por sí mismos a través de la inteligencia artificial y la programación deja de ser una barrera para las empresas. Bajo esta tendencia se ha estructurado la jornada WeareCobots Barcelona, que ha mostrado cómo la integración de tecnologías avanzadas como la robótica colaborativa (cobots) y la IA están transformando la industria catalana.
 
En el DFactory del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, Universal Robots, empresa danesa líder en robótica colaborativa, ha mostrado una veintena de casos reales de aplicaciones de IA en la industria, entre los que se encuentran empresas como Revlon o Mecalux.
 
Cámaras de visión artificial, sensores en mano y otras herramientas de hardware y software se están abriendo camino para alimentar algoritmos que están proporcionando una mayor autonomía a los cobots en la toma de decisiones. Mediante la IA, las empresas ya pueden adaptar aplicaciones como el bin picking, paletizado, encajado o etiquetado a los cambios del entorno o de la producción sin necesidad de una reprogramación constante. Los algoritmos juegan un papel clave a la hora de estimar posiciones, detectar objetos, clasificar imágenes o planificar trayectorias.
 
Este será uno de los principales factores que impulsarán la democratización de la robótica en los próximos diez años. De hecho, tal y como apunta una encuesta realizada por Universal Robots entre 1,200 fabricantes de Europa y Norteamérica, más de la mitad de ellos ya utilizan algoritmos de IA y machine learning en sus procesos. Además, el 48% planea invertir en estas nuevas tecnologías a lo largo del próximo año. Según el mismo estudio, mejorar la calidad de los productos, aumentar la productividad y optimizar la precisión son las tres razones principales para adoptar estos avances.
 
En este contexto, Universal Robots ha alcanzado un acuerdo global con NVIDIA que facilitará el aterrizaje de la IA en proyectos concretos. Este acuerdo se ha materializado con el UR AI Accelerator, que ha sido presentado en España durante el WeareCobots Barcelona. Se trata de un kit de herramientas de hardware y software diseñado para facilitar el desarrollo de aplicaciones robóticas basadas en IA. El acelerador ofrece a los desarrolladores una plataforma extensible para crear nuevas aplicaciones, agilizar investigaciones y reducir el tiempo de comercialización de productos con IA.
 
Otro impulso para la integración de la IA en la robótica es la alianza de Universal Robots con Siemens. La tecnología de visión artificial SIMATIC Robot PICK AI de Siemens se integra con robots y cámaras 3D para identificar y clasificar productos en procesos de picking incluso cuando la gran variedad de referencias haría imposible una programación para cada una de ellas.
 
En esta línea, Jordi Pelegrí, Country Manager de Universal Robots en España y Portugal, asegura que “si la primera década de UR ha estado centrada en sentar las bases de la automatización colaborativa, en esta segunda década nos hemos focalizado en cultivar un ecosistema robusto a través de acuerdos estratégicos en diversas áreas y sectores. Contamos con partners especializados en visión artificial, IA, ciberseguridad, trazabilidad, sistemas de agarre, bin picking… Esta concreción es la que nos acerca a la realidad de las empresas para democratizar la robótica en sus procesos de producción”.
 
Como muestra del potencial de cobots e Inteligencia Artificial, el congreso Wearecobots ha puesto el ejemplo del sector farmacéutico y cosmético catalán. Es una industria donde el trabajo en salas blancas, espacios reducidos y una elevada rotación con la introducción constante de nuevos formatos exigen una optimización de procesos y líneas productivas flexibles.
 
Estas necesidades llevaron a Revlon a automatizar el encajado y el paletizado en su línea de fabricación de tarros de skincare en la planta de Valls (Tarragona). La compañía ha explicado cómo en enero de 2024 integró tres robots colaborativos que se encargan de la formación de cajas, la colocación de tarros, el cierre, el etiquetado y el paletizado de los productos. En ocho meses, los cobots han gestionado casi 2,5 millones de tarros. La empresa ha puesto en valor la facilidad de uso de los equipos sin requerir la supervisión por parte del equipo de mantenimiento, y los mínimos ajustes necesarios para hacer cambios de formato.