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Nuestro planeta está bajo presión y las empresas tienen un papel clave a la hora de desarrollar soluciones sostenibles. Esto aumenta la responsabilidad en la economía, ya que los clientes favorecen a los proveedores responsables.
El concepto reutilizable del proveedor de servicios textiles Mewa encaja perfectamente en esta megatendencia de optar por soluciones sostenibles. Mewa ofrece a los clientes B2B un servicio integral para los textiles de empresa, basado totalmente en el principio de "usar en lugar de comprar". Lo que hace sostenible este modelo de negocio es el principio de reutilización, los productos duraderos en un sistema cíclico y una tecnología de procesos y distribución bien pensadas. Solo con el uso de los paños de limpieza Mewa, la huella de CO² es, de media, de 3 a 6 veces menor que cuando se utilizan trapos de limpieza desechables. Este es el resultado de un cálculo realizado por la consultora de gestión Climate Partner. Para reducir paso a paso su propia huella ecológica, Mewa apuesta por una tecnología respetuosa con el medio ambiente.
Lavado con un uso mínimo de recursos
En Mewa se ahorra. "En una planta estándar se lavan hasta 350 toneladas de paños de limpieza al mes. A modo de comparación: en una lavadora doméstica normal solo caben unos siete kilos de ropa. Por tanto, es obvio el impacto medioambiental que tiene para nosotros cada reducción de agua dulce, energía o detergente, por pequeña que sea en términos porcentuales", explica Matthias Zoch, director de Ingeniería Medioambiental y de Procesos de Mewa. Para utilizar menos agua dulce, se aprovecha el agua de procesos de lavado anteriores tantas veces como sea posible. Para ello, el agua de lavado utilizable procedente del proceso principal de lavado y aclarado se filtra, se trata y se reutiliza en el proceso de lavado en un ciclo de varias etapas. Esta recirculación reduce la cantidad de agua necesaria hasta en un 50 % en comparación con los procesos domésticos convencionales.
La empresa alemana también es extremadamente económica en cuanto a detergentes y auxiliares de lavado. En las máquinas únicamente se utiliza la cantidad exacta para lavar los textiles de forma limpia e higiénica. "Trabajamos con sistemas automatizados especiales de dosificación y control. En comparación con los procesos de lavado y dosificación domésticos estándar, reducimos el impacto ambiental hasta en un 85 %", prosigue Matthias Zoch. Estos sistemas se mejoran continuamente. Mewa utiliza ahora una cuarta parte menos de detergente que en 2010, y el consumo se redujo un 1,5 % más de 2021 a 2022.
Si el agua ya no es apta para el lavado, se canaliza a los sistemas de tratamiento de aguas residuales de la propia empresa y se elimina la suciedad en varias etapas. "Alcanzamos un nivel de depuración del 99,8 %. Es más que los requisitos oficiales", afirma Matthias Zoch. Para lograrlo, las aguas residuales pasan primero por un proceso químico-físico. Así se separan al máximo los contaminantes y el agua. A continuación, la suciedad residual del agua es descompuesta por microorganismos en una fase de tratamiento biológico. Solo entonces las aguas residuales -limpias en un 99,8 % y respetuosas con el medio ambiente en un 100 %- pasan al tratamiento municipal.
¿Y qué ocurre con la suciedad lavada?
Mewa cubre alrededor del 80 % de sus necesidades energéticas de lavado y secado con aceites y grasas que se han eliminado de los paños de limpieza, informa el experto en tecnología medioambiental de Mewa: "Nuestros clientes limpian sus máquinas con nuestros paños. Por eso, cuando los paños llegan a nuestras instalaciones para ser lavados, están llenos de grasa y aceite. Nosotros lavamos esta suciedad, la recogemos y la transformamos en una materia prima secundaria con métodos respetuosos con el medio ambiente. La utilizamos para la calefacción del sistema".
Mewa también persigue conceptos respetuosos con el medio ambiente en la siguiente fase del ciclo, al recoger y entregar los textiles a los clientes. Las rutas de entrega se optimizan mediante una moderna herramienta de gestión de rutas adaptada a las necesidades de la empresa. Mewa también es pionera en sistemas de propulsión alternativos en el sector: un ejemplo son los camiones propulsados por hidrógeno, que ya llevan tres años abasteciendo a clientes. Asimismo el proveedor textil utiliza en su flota vehículos comerciales propulsados eléctricamente y bicicletas de carga con carrocería de transporte en zonas urbanas. "Queremos prepararnos para un futuro en gran medida sin motores de combustión", afirma Martin Mühling, responsable de logística de distribución de Mewa, "sin duda es un objetivo a largo plazo. Pero cuanto antes empecemos, mejor".