Empresas Premium
El consumo real de acero en 2022 tiene un crecimiento marginal, característica que se mantiene en 2023.
Solunion elabora el flash sectorial sobre el sector del acero, que refleja que, tras un fuerte crecimiento del consumo real de acero en 2021 (+9,5%), el crecimiento en 2022 ha sido marginal (0,2%) debido a la fuerte caída de la demanda en los dos últimos trimestres. Esta tendencia continúa en el primer semestre de 2023, ejercicio en el que de nuevo se proyecta un crecimiento marginal del 0,3%, lastrado por la construcción y la industria del tubo, muy pegada al ciclo económico.
Situación del sector
Damos por terminado el ciclo alcista de precios y, tras un segundo semestre de 2022 con caídas importantes en las cotizaciones, se abre un periodo donde los fabricantes quieren retomar de nuevo la tendencia al alza, pero, de momento, no encuentran soporte en la demanda.
Las expectativas de crecimiento del segundo semestre del año 2022 no se cumplieron, y eso ha provocado un exceso de stock en la cadena de suministro. Digerir ese stock en un entorno de demanda aparentemente débil está añadiendo más presión en los márgenes del sector en este primer semestre 2023.
Los fabricantes están controlando la oferta reduciendo capacidades en un mercado aún muy protegido, alargando con ello los plazos de entrega, pero, de momento, no están consiguiendo consolidar las subidas. En su contra juegan los precios de las materias primas, y también los precios de importación de Asia, que han bajado en torno al 20% en los últimos 2 meses debido a una demanda interna débil, liderada por el sector de la construcción a la baja, y aumentos de producción.
Perspectivas para 2023
Tras un fuerte crecimiento del consumo real de acero en 2021 (+9,5%), el crecimiento en 2022 ha sido marginal (0,2%) debido a la fuerte caída de la demanda en los dos últimos trimestres. Esta tendencia continúa en el primer semestre de 2023, ejercicio en el que de nuevo se proyecta un crecimiento marginal del 0,3%, lastrado por la construcción y la industria del tubo, muy pegada al ciclo económico.
En cuanto a los precios, la evolución en los próximos meses dependerá de la rapidez con la que la demanda digiera el exceso de stock en la cadena. Nuestro escenario base es un primer semestre débil, con muy poca rentabilidad en el sector en general, y una recuperación gradual en el segundo semestre, con una demanda más fuerte que, al menos, ponga freno a nuevas caídas de precios.
Insolvencias empresariales
Durante últimos 5 años, los concursos en el sector del metal han mantenido una tendencia creciente, solo interrumpida por la moratoria en la obligación de solicitar concurso de acreedores como medida de protección durante la COVID-19, y la huelga de letrados en la administración de justicia, que ha paralizado la tramitación de concursos durante los primeros meses de 2023.
En 2022, los concursos de acreedores aumentaron un 12% hasta los 149 declarados, con una mayor concentración en el cuarto trimestre del año, coincidiendo con el endurecimiento de las condiciones del mercado (caída de precios y demanda, inventarios elevados, altos costes de producción y curva de tipos de interés). Prevemos que esta tendencia continúe a lo largo del 2023, con un rango de entre 160 y 180 insolvencias en el sector.
Impagos: poca frecuencia, con cambio de tendencia
En cuanto a índice de impagos, la frecuencia del sector sigue de forma paralela la tendencia observada a nivel nacional en los últimos años.
Desde el último trimestre de 2021, se observa un cambio de tendencia al alza, si bien se mueve en un rango históricamente inferior y manteniendo el diferencial con la media nacional.