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Barbara Colombo, presidenta de UCIMU-Sistemi Per Produrre, afirma que este rendimiento es "realmente satisfactorio".
En el cuarto trimestre de 2022, el índice de pedidos de máquinas-herramienta elaborado por el Centro Studi & Cultura di Impresa de UCIMU-Sistemi Per Produrre registra un aumento del 3,5% con respecto al período octubre-diciembre de 2021. En valor absoluto, el índice se situó en 133,6 (base 100 en 2015). Se trata del nuevo valor récord para el trimestre de referencia.
El resultado se debió tanto a la evolución positiva de los pedidos recibidos en el mercado exterior como a los óptimos resultados del mercado interior.
En particular, los pedidos recogidos en el extranjero aumentaron un 2,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El valor absoluto del índice se situó en 103,9.
En el ámbito nacional, los pedidos recogidos registraron un aumento del 5,4%, con un valor absoluto del índice de 257, nuevo récord histórico. Barbara Colombo, presidenta de UCIMU-Sistemi Per Produrre, comentó lo siguiente: “Este rendimiento, realmente satisfactorio porque se compara con el resultado ya excepcional del cuarto trimestre de 2021, es en gran medida fruto de la aceleración de las decisiones de compra por parte de los usuarios que querían cerrar sus inversiones antes de finales del año 2022 para poder disfrutar del crédito fiscal del 40%, conscientes - considerando los anuncios del Gobierno - de que, a partir de enero de 2023, el tipo se reduciría a la mitad”.
En cambio, en términos interanuales, el índice de pedidos registra un descenso del -7,8%, para un valor absoluto de 120,1. La bajada se debe a la reducción de la captación de pedidos en el mercado italiano (-20,8%) para un valor absoluto de 144,7. En cambio, los pedidos del extranjero crecen (+2,8%), para un valor absoluto de 115,9.
Colombo declaró: “Si observamos el resultado de la captación de pedidos a lo largo de todo el año, resulta evidente que el repunte del cuarto trimestre no ha sido capaz de levantar la bajada registrada en los trimestres anteriores, una bajada debida principalmente a la reducción de la captación de pedidos de los fabricantes en el mercado italiano, que, sin embargo, contrasta con el auge registrado en los 4 trimestres de 2021”.
“Por otra parte, esperábamos esta tendencia tanto para el índice anual como para el último trimestre. En particular, con referencia a los 12 meses, la bajada en el mercado interior es fisiológica: no podemos esperar que el mercado italiano siga creciendo al ritmo registrado en los dos últimos años. Dicho esto, la demanda expresada en nuestro país sigue siendo vibrante, ya que el proceso de transformación digital está en pleno apogeo”, prosiguió la presidenta de UCIMU-Sistemi Per Produrre.
“Por eso es necesario garantizar la continuidad de las medidas 4.0, que llevan en vigor más de cinco años, y que deben continuar y, si es posible, reforzarse. Aun comprendiendo la decisión del Gobierno de dar prioridad a las medidas destinadas a reducir el impacto de los elevados precios de la energía sobre el conjunto de la población, las empresas y los particulares, reiteramos la necesidad de confirmar la operatividad de las medidas 4.0 en las condiciones previstas hasta 2022”.
“En detalle con respecto a las medidas “Transición 4.0” pedimos, también para 2023, que se mantenga el tipo del 40% en el cálculo del crédito fiscal. Si no se toman medidas correctoras, el tipo se reducirá a la mitad a partir de enero de 2023, lo que no hará sino enfriar la propensión de los usuarios italianos a invertir en nuevas tecnologías de producción. Es un riesgo que no podemos correr, porque la puesta al día de la «Officina Italia» (Taller Italiano) ciertamente ha comenzado, pero aún queda mucho por hacer. Al mismo tiempo, solicitamos un desplazamiento de tres meses, del 31 de septiembre al 31 de diciembre de 2023, en los plazos de entrega de la maquinaria pedida hasta el 31 de diciembre de 2022 (para la que se pagó un adelanto del 20%), con el fin de absorber los retrasos en la entrega de componentes eléctricos y electrónicos que sufren los fabricantes durante la fase de producción”.
“A medio y largo plazo, pensamos que, además del crédito fiscal para nuevas inversiones en tecnologías digitales e interconectadas, debería preverse otra medida adicional, que se utilizará también de manera acumulativa y que podría concretarse en un crédito fiscal para la sostenibilidad. En nuestra visión, esta medida debería apoyar las acciones que conduzcan al desarrollo integrado de nuevas generaciones de productos, teniendo en cuenta también el impacto en términos de huella medioambiental”, concluyó Barbara Colombo.