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La seguridad de los trabajadores resulta un elemento indispensable en cualquier sector, especialmente si nos referimos a la industria del metal en la que tantos riesgos se presentan debido a la peligrosidad de los elementos que entran en juego y a la temperatura que llegan a alcanzar ciertos procesos productivos.
¿Sabías que uno de cada tres accidentes laborales afecta a las manos de los trabajadores y que el 70% de éstos ocurren cuando no se llevan guantes de protección o se usan modelos inapropiados? ¡Hoy te explicamos el valor de los guantes de protección!
Un guante es un elemento indispensable dentro de los equipos de protección individual (EPI) que está enfocado en la protección total o parcial de la mano, del antebrazo y del propio brazo.
Los accidentes en las manos dentro de la industria del metal pueden venir provocados por acciones externas, acciones directas sobre las manos o procedentes de la mala elección de los guantes.
Aunque la empresa debe concienciar a sus trabajadores y ofrecerles una formación específica en materia de prevención de riesgos laborales, ya reside en la responsabilidad del propio empleado el hecho de concienciarse del peligro que supone no usar guantes de seguridad en la industria del metal.
Hablamos de riesgos mecánicos (cortes, abrasiones, enganches…), accidentes térmicos (exposición a frío extremo o al calor por contacto o convectivo), exposición a riesgos químicos, riesgos eléctricos y exposición a vibraciones (al estar en contacto constante con máquinas industriales en vibración).
Todos los guantes deben mantener unos parámetros básicos de seguridad y ergonomía.
Como cualquier EPI, en función del riesgo se pueden dividir en tres categorías fundamentalmente:
No obstante, todos los guantes de protección que se comercializan en la Unión Europea deberán contar con un certificado que se identifica con pictogramas y se hará constar el nivel de prestación o eficiencia para cada tipo de riesgo. Éste se reflejará con unos índices señalados tanto en el guante como en la ficha técnica.
Se ha mejorado la fiabilidad del test de corte con un mejor control de la cuchilla, ya que si el material del guante desgasta la cuchilla, el test de referencia será el EN ISO 13997.
También se les realiza un test de resistencia a la abrasión con papel de lija y una protección contra los golpes, la cual si la supera incorporará la letra “P” a los cinco dígitos del pictograma.