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La empresa invertirá 200.000 euros en implantar una plataforma de control de la producción y un almacén inteligente.
VCG Decoletaje está inmersa en un proyecto de digitalización que le va a suponer avances importantes en la productividad. Esta empresa decana en los ámbitos del mecanizado y decoletaje está implantando una plataforma integral que va a permitir la monitorización y el control de todos sus procesos productivos. La actuación se complementará con la instalación de un nuevo almacén vertical inteligente. El proyecto en su conjunto implicará la inversión de 200.000 euros y la previsión es finalizarlo este año.
En su evolución VCG Decoletaje ha apostado por la especialización en el mecanizado de series cortas y medias -desde 50 hasta 10.000 piezas-, abarcando un rango de piezas cada vez más amplio y complejo, lo que le ha llevado a diferenciarse por la flexibilidad y capacidad de su producción. La digitalización supone para la empresa dar un nuevo salto en competitividad; tener visibilidad en tiempo real sobre los procesos, posibilitar la toma de decisiones inmediatas, reducir las productividades negativas y los tiempos de respuesta.
La nueva plataforma integral constituye una herramienta que posibilitará al equipo directivo visualizar en todo momento lo que se produce en planta, detalladamente y en cada puesto. De esta forma, obtendrá un flujo de información muy valioso para poder tomar decisiones sobre la producción en tiempo real, de una manera sencilla y eficaz. Además, se va a implementar un planificador dinámico que permitirá mejorar y agilizar drásticamente la ardua tarea que supone la planificación de la producción.
A través de la plataforma se podrá gestionar también el nuevo almacén vertical inteligente que se instalará en julio y se empleará para almacenar la herramienta. Mediante la combinación de estos dos elementos se mejorará la administración de las herramientas, tanto en la compra y en el almacenamiento, como en la preparación y la disposición, reduciendo los tiempos de puesta de máquina.
El proyecto se enmarca en un contexto de mejoras que van a situar a VCG Decoletaje en las mejores condiciones para continuar con su estrategia de crecimiento. La firma se encuentra ampliando sus instalaciones de Berriz con una nueva entreplanta y está restructurando sus oficinas, que darán cabida al nuevo almacén automatizado. En esta ampliación también se ha llevado a cabo un refuerzo del departamento de metrología, incorporando nuevos equipos de control y nuevos profesionales que tienen como misión asegurar la calidad en todos los trabajos que se realizan. En este ámbito se ha realizado una inversión cercana a los 150.000 euros.
VCG realiza mecanizado de piezas hasta 64 mm partiendo de barra, y hasta 200 mm trabajando con alimentación unitaria, en un proceso de producción totalmente a medida de cada cliente. Su actividad se desarrolla en sectores muy diversos como el eléctrico, ferroviario, bienes de equipo, herramientas, automoción, aeronáutica, energías renovables…
El 15% de la producción se destina a la exportación, principalmente a Francia, pero también a Suecia, Italia, Polonia y Canada, entre otros países. Cuenta con un equipo de 60 personas en su plantilla.
Las previsiones de la empresa cara al 2021 son positivas, ya que superarán las cifras previas a la pandemia y barajan un incremento de un 10% -o incluso un 20%- de la facturación, que en 2020 ha sido de 5.500.000 euros.
Crecimiento continuado
Fundada en 1932 con el nombre Viuda de Cándido Gastelurrutia, la evolución de VCG ha ido de la mano de la inversión en tecnología para especializar la producción. Esta empresa familiar, dirigida por la cuarta generación descendiente de los fundadores, se ha mantenido en el mismo sector de actividad desde sus inicios, pero incrementando la complejidad de los trabajos.
Comenzó su actividad con maquinaria de fabricación propia, trabajando para la marca de máquinas de coser Alfa, que era su principal cliente. Posteriormente trabajaría con los fabricantes de la Vespino, muchas de cuyas piezas se hacían en sus talleres. Afrontó el nuevo siglo XXI con un cierre de etapa y el reto de reinventarse, tras el cierre de la emblemática marca de motos.
Y así lo ha hecho, posicionándose como una empresa tecnológicamente avanzada capaz de abordar proyectos cada vez más diversos y complejos, gracias a una potente inversión en equipamiento de fabricación y en maquinaria de control para verificar las calidades de sus productos. En estos ámbitos ha invertido 2.400.000 euros en los últimos cinco años.
Esta capacidad, junto a su especialización en series cortas y medias, y una organización del trabajo en tres turnos, le dan una flexibilidad que pocas empresas del sector pueden alcanzar. Esto ha sido una clave de su progresivo crecimiento y de que haya en duplicado su plantilla en la última década.
VCG Decoletaje ha renovado su identidad corporativa acorde a su actual realidad. Ha rediseñado su logotipo formado por dos círculos, que simbolizan la barra -su principal materia prima- “en revolución”. Así alude a la transformación de la empresa.
En su crecimiento, sigue manteniendo sus raíces y sus lazos con el entorno cercano en distintas colaboraciones, como el apoyo al equipo juvenil de la Sociedad Ciclista Duranguesa, del que es patrocinador.