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Aunque el país consigue 2,3 puntos más en el indicador global de electromovilidad, la distancia con los países de su entorno se agranda y sigue tercera por la cola.
España continúa en las últimas posiciones europeas del Barómetro de electromovilidad de ANFAC del primer trimestre de 2021, con unas cifras muy similares a las obtenidas al cierre del ejercicio anterior. Con un tímido aumento de 2,3 puntos en el indicador global de electromovilidad* (que valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público), se ha alcanzado una valoración general de 20,9 puntos sobre 100 en este primer periodo del año. Esta puntuación española acentúa la brecha con la media europea, que se sitúa en una valoración de 44,5 puntos sobre 100, con un crecimiento de más de 4 puntos en el primer trimestre de 2021. A pesar de no haberse podido actualizar la información relativa a la infraestructura de recarga en los otros países del entorno europeo, el crecimiento más acelerado de los países del entorno europeo mantiene a España la tercera por la cola en electromovilidad.
En el ámbito nacional, cuatro comunidades autónomas se sitúan por encima de la media de España. En el primer trimestre, Madrid obtiene una mejora de 3,3 puntos, ocupando la primera posición del indicador global de electromovilidad, con una valoración de 28,4 puntos. Le sigue Baleares, que es la comunidad con mayor crecimiento (+4,4 puntos). Se sitúa en 26,8 puntos. Las otras comunidades que se colocan en puestos destacados y por encima de la media son Cataluña y Asturias, con una valoración de 24,0 y 21,0 puntos, respectivamente.
Crecimiento sostenido de la penetración del vehículo eléctrico
Durante el primer trimestre, España ha descendido una posición en el ranking europeo. Obtiene una valoración de 34 puntos sobre 100, con un crecimiento de 2,4 puntos. Este ascenso está muy lejos de la media, en donde el indicador creció 9,3 puntos. Esto nos sitúa solo por delante de Hungría y República Checa. Aunque en el trimestre anterior nos situábamos por delante de Italia, el incremento de 5,9 puntos del país en este último barómetro se ha debido en gran parte al plan de ayudas puesto en marcha en el país transalpino, que ha propiciado una fuerte de demanda de vehículo electrificado.
El crecimiento de las ventas de los vehículos electrificados en el primer trimestre, que triplicaron el dato registrado en 2019 (antes de la pandemia) no ha sido suficiente para la mejora de España, que se mantiene en la cola de Europa. El resultado del primer trimestre muestra que España se encuentra incluso más lejos de la media europea, que se sitúa en 73,7 puntos. Mantiene un ritmo de desarrollo similar a los países de la zona baja del ranking, pero se está alejando de los países líderes en electrificación como Alemania (+9,7 puntos), Noruega (+9,2 puntos) o Reino Unido (+5,4 puntos).
En el contexto nacional, la mayoría de las comunidades autónomas han mejorado en el indicador de penetración de vehículo electrificado respecto al periodo anterior. Las causas de este crecimiento se deben sobre todo al aumento de la demanda del vehículo electrificado, en comparación con la caída de vehículos de otro tipo de tecnología (diésel, gasolina, gas) y condicionado por la escasa evolución del mercado en su conjunto.
Destaca el crecimiento de 4,8 puntos de la Comunidad de Madrid hasta alcanzar una valoración de 50,5 puntos sobre 100, colocándose en primera posición del ranking nacional seguido de Islas Baleares, que también se sitúa por encima de la media de España, Cataluña y Asturias.
Leve desarrollo de las infraestructuras de recarga lejos de media Europa
Esta mayor implantación del vehículo eléctrico contrasta con el desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público, que solamente ha crecido 2,2 puntos en el primer trimestre de 2021, alcanzando una valoración global de 7,8 puntos sobre 100. Hay que tener en cuenta que, aunque, los datos europeos no se han podido actualizar, esta mejora no es suficiente para cambiar la posición de España con respecto al resto de países, manteniendo así el cuarto lugar por la cola. En el anterior trimestre, la media de los países europeos se situaba en 15,3 puntos sobre 100, por lo que vemos que la brecha con el continente es cada vez más relevante.
En el ámbito nacional, el despliegue de infraestructuras de recarga obtiene un notable crecimiento respecto al trimestre anterior, destacando Baleares y Castilla y León (ambos con un aumento de 4,3 puntos) y Navarra (con un incremento de 5,1 puntos). Tan solo Extremadura ha empeorado ligeramente su situación, reduciéndose su valoración en 0,3 puntos.
En el último trimestre, la evolución de los puntos de recarga de acceso público en España ha registrado un incremento de un 34%, hasta alcanzar los 11.517 puntos. Avanza así de manera favorable. Sin embargo, este crecimiento se produce en niveles potencia asociados a carga lenta, inferior o igual a 22 kW. En concreto, el 83 % de los nuevos puntos se sitúan en este rango de potencias. Es importante destacar que solo hay 60 puntos de recarga de acceso público interurbanos con una potencia por encima de los 250 kW, lo que pone de manifiesto las dificultades de uso relacionadas no sólo con la disponibilidad de infraestructura sino por los tiempos de recarga asociados. Este es un punto crítico en el despliegue del vehículo eléctrico como vehículo de “todo uso” frente a la percepción actual de utilización de éste como segundo o tercer vehículo para zonas muy urbanas.
Por ello, desde ANFAC ven estratégico establecer objetivos intermedios de desarrollo para alcanzar 48.000 puntos de recarga en 2022, 120.000 puntos de recarga en 2025 y llegar al objetivo de 360.000 puntos de recarga en 2030 y así cubrir las necesidades del parque de 5 millones de vehículos electrificados planteado por el PNIEC. Esta es una de las propuestas recogidas en las 16 medidas planteadas por ANFAC para impulsar el despliegue de infraestructuras de recarga eléctrica en España
En términos de seguimiento de las instalaciones, desde ANFAC se ha detectado que si bien, los puntos de recarga de acceso público totales han aumentado, hay un número significativo de puntos que por no funcionamiento o por no ser de acceso público se han suprimido en la actualización de este informe. Es por tanto, de especial urgencia, disponer de información precisa a través del Punto de Acceso Nacional tal y como prevé el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
“Nos encontramos en un punto de inflexión, crucial si queremos que la electromovilidad sea una realidad en nuestras ciudades y carreteras de España. Es hora de implantar medidas eficaces que, con el apoyo de la Administración, aceleren la transición del vehículo y, por lo tanto, cumplamos con los objetivos de descarbonización y de renovación del parque. Hay una amplia oferta, pero todavía una escasa demanda. Entendemos que en el próximo trimestre y siguientes, podremos ver los efectos del plan MOVES en función de su puesta en marcha en las autonomías. Estas ayudas son muy necesarias, pero es igualmente necesario avanzar en las medidas y gobernanza del despliegue de infraestructuras, así como no introducir incertidumbre en la ciudadanía, darle tranquilidad sobre el futuro de la movilidad y los vehículos. Es necesario consolidar herramientas útiles y que funcionan, como las etiquetas de la DGT, para que el consumidor pueda elegir su vehículo en función de sus necesidades y se impulse la electromovilidad en base a sus beneficios en mejora de la calidad del aire”, afirma José López-Tafall, director general de ANFAC.