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En líneas generales, la Federación de Empresarios del Metal valora de forma insuficiente y por debajo de las expectativas el paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros en su reunión de este martes para seguir combatiendo los efectos del COVID-19, por lo que se demanda un plan más ambicioso a corto plazo para que las empresas puedan hacer frente a los efectos económicos de esta crisis.
La Federación de Empresarios del Metal, FEDEME, valora de forma insuficiente y por debajo de las expectativas el paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros en su reunión de este martes para seguir combatiendo los efectos del COVID-19.
Desde la Federación se critica la falta de concreción e indefinición respecto a algunas de las medidas económicas aprobadas. Como ejemplo, la línea de avales que se contempla, cuyas condiciones se abordarán en otro Consejo de Ministros. Además, está por ver que esos avales los acepten las entidades bancarias. Se conoce la experiencia de comunidades autónomas que han dado avales y los bancos no los aceptaban.
Respecto a las líneas de créditos del ICO, únicamente se habla de la posibilidad de agilizar y ampliar el límite a 10.000 millones, pero sin medidas concretas.
En el plano laboral, a priori la lectura es positiva, sobre todo en lo que a las medidas de agilización de los ERTEs se refiere, aunque habrá que ver si se contará con el personal suficiente para dar trámite a todas las gestiones que se deriven de estos procesos.
Sorprende la entrada de sindicatos en los periodos de consulta en procesos de ERTEs por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción vinculadas al COVID-19 que planteen las empresas, incluso en aquellas que no tengan representación sindical.
Respecto a las medidas de cotización, solo van a dar la opción de la exoneración del cien por cien de las cotizaciones a las empresas que se acojan a ERTEs de fuerza mayor y tengan menos de 50 trabajadores, por tanto, serán muchas las empresas que se queden fuera de esta exoneración.
Por otra parte, en este paquete de medidas no se recoge nada nuevo para los ERTEs que no se acojan a fuerza mayor. No hay bonificaciones ni suspensión de seguros sociales.
En cuanto a los autónomos las medidas para este colectivo son inexistentes y no se termina de concretar nada las ayudas para potencias el teletrabajo.
A este respecto, el presidente de FEDEME, Francisco Javier Moreno Muruve, manifiesta que “resulta imprescindible en el corto plazo un plan más ambicioso para que las empresas puedan hacer frente a los efectos económicos de esta crisis. Confiamos en que esta situación sea temporal y que pronto se pueda restaurar la completa normalidad en la actividad de todas y cada una de nuestras empresas. Entretanto, desde FEDEME seguiremos ofreciendo nuestra mejor versión, dando el trescientos por cien por nuestros asociados, informándoles y asesorándoles puntualmente respecto de todas las novedades que se vayan produciendo en relación al desarrollo de esta situación, así como de las medidas adoptadas por el Gobierno en el plano económico y empresarial”.
Situación de la industria del metal sevillana
Desde FEDEME se aboga por la continuidad de la actividad industrial y del empleo asociado a ella, como medida de contención a los brutales efectos económicos que se podrían derivar de una paralización total a nivel empresarial, salvaguardando, obviamente, la salud de los profesionales.
Tal y como ha podido constatar esta Federación a través del feedback recibido de sus propios asociados en las llamadas realizadas a todos y cada uno de ellos, más del 90% de las empresas industriales continúa con su actividad, tras aplicar determinadas medidas de prevención como el establecimiento de distancia de seguridad entre operarios en plantas de producción, comedores y vestuarios, la implantación de diferentes turnos de trabajo, así como la utilización de los EPIs necesarios, que ya empiezan a escasear.
No obstante, desde FEDEME se demanda la elaboración de una guía específica para el ámbito industrial donde se establezca el protocolo a seguir en caso de contagio por parte de algún operario de los distintos turnos de trabajo establecidos. En estos momentos las empresas desconocen qué medidas tendrían que adoptar en ese caso, con los riesgos que ello implica.
Igualmente, la mayoría de las empresas industriales asociadas coinciden al señalar que su actividad a nivel nacional está prácticamente paralizada, no así a nivel internacional desde donde continúan recibiendo confirmaciones de pedidos o concursos en los que participan y cuyos plazos deben cumplir, de ahí la imposibilidad de paralizar al cien por cien su actividad.
En el caso de las empresas que se han visto obligadas a parar o que están valorando la posibilidad de plantear un ERTE para las próximas semanas, el motivo principal que los ha llevado a tomar la decisión ha sido la falta de materia prima o suministros, a pesar de que continúan operando con clientes internacionales.
Y es que precisamente los principales riesgos a los que se enfrenta la industria en esta crisis sanitaria son, por una parte, el que sus trabajadores cualificados se vean afectados por el virus, y por otro lado, la falta de suministros, aspecto sobre el que esta Federación demanda que se adopten todas las medidas necesarias por parte del Gobierno para garantizarlos en tiempo y forma.
Otros sectores prioritarios
Tras ser decretado el estado de alarma en el país hay otros muchos sectores vinculados a esta Federación que se han visto directamente afectados y en torno a los que se ha generado gran controversia en cuanto a la posibilidad de poder continuar desarrollando o no su actividad. Este es el caso de los talleres.
Desde FEDEME se les ha informado puntualmente de la autorización para poder seguir operando en esta situación, sin embargo, muchos de estos negocios se han encontrado con alguna problemática en determinadas localidades. Poco a poco la situación se va normalizando en este sector que, junto a las gasolineras, son negocios imprescindibles en circunstancias como las actuales. En el caso de los concesionarios, la actividad está paralizada desde comienzos de semana.
Finalmente, el sector de los instaladores está cubriendo casi exclusivamente servicios de emergencia ante la imposibilidad de acceder a los domicilios, bien por la negativa de los propios clientes o de los mismos operarios.