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Entrevista a José Miguel Guerrero, presidente de Confemetal.
José Miguel Guerrero ejerce la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal), desde enero de 2018, cuando sustituyó a Antonio Garamendi, actual presidente de la CEOE. En marzo de 2023 renovó su mandato por cuatro años más.Guerrero, nacido en León en 1956, conoce muy bien el sector del metal, ya que es un empresario con una experiencia de más de 30 años y presidió la Asociación de Empresas del Metal de Madrid (AECIM) durante 18 años. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, es Mediador Mercantil y PDG por el IESE. Además, es presidente y consejero delegado de Solventia Solutions.
¿Cómo valora los años que lleva como presidente de Confemetal? ¿Se han ido cumpliendo los objetivos que se marcó?
La valoración es muy positiva ya que me ha permitido trabajar con un equipo altamente profesionalizado que ha sabido sobreponerse a momentos de dificultad, superando con éxito las situaciones tan complejas que hemos vivido en los últimos años. Cuando asumí la presidencia de Confemetal, presenté una hoja de ruta con objetivos ambiciosos en los ámbitos que le son propios a la Organización, que fue aprobada por la Junta Directiva, y se han ido cumpliendo rigurosamente.
Hace un año, con motivo de mi reelección, se actualizó la hoja de ruta para los cuatro años de legislatura, con importantes retos para el futuro inmediato y cuyo objetivo principal es que desde Confemetal contribuyamos a que las empresas del sector afronten con éxito las transiciones que están en marcha, y que siga siendo un sector dinámico, innovador, de alta calidad en el empleo, y crucial para el bienestar de la sociedad.
Hace poco más de un año renovó su cargo, lo que habla de que hizo un buen trabajo ¿En qué momento se encuentra la Confederación?
Confemetal está en un momento de consolidación de lo conseguido en los últimos años en cuanto a su presencia y relevancia en el tejido productivo del Sector del Metal en su conjunto -Industria, Tecnologías, Servicios y Comercio- y en paralelo, trabajando para adelantarnos a las tendencias y prestar servicio a las organizaciones miembro y sus empresas en los vectores que van a definir el futuro del Sector en el terreno laboral, formativo, tecnológico, medioambiental, etc.
Recientemente han celebrado su Asamblea Anual y han presentado el informe económico del año 2023. ¿Cuál es la situación actual del sector?
El año 2023 se cerró en la Industria del Metal con un incremento del 3,2 por ciento de la producción y de la cifra de negocios del sector, ambas, dos décimas por debajo del incremento de los precios. Las exportaciones de productos metálicos crecieron un 8,9 por ciento en el período, mientras que las importaciones lo hacían más moderadamente al 4,6 por ciento.
Sin embargo, los avances en todos los indicadores del pasado año 2023 y en 2022 no han conseguido compensar las caídas de dos dígitos en la producción y la cifra de negocios que sufrió el Sector en los ejercicios de 2020 y 2021. El balance es positivo en 2023 pero las cifras fueron deteriorándose, trimestre a trimestre a lo largo del año y las previsiones de las Encuestas de Sentimiento que elabora Confemetal no invitan al optimismo.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria del metal en España?
Los grandes retos son mejorar la productividad y la competitividad de las empresas y para ello es imprescindible incorporar tecnología y mejorar la formación de los trabajadores. En esos ejes se juega ahora el futuro industrial de España y a ellos debemos de enfocar nuestros esfuerzos.
La incorporación de nuevas tecnologías y la cualificación del personal para sacar de ellas el mejor partido son las claves que permitirán competir en los mercados y asegurar el crecimiento y la rentabilidad de las empresas.
Innovar, incorporar tecnología, mejorar las capacidades de los trabajadores y mejorar la gestión y la organización permitirán crecer en productividad, seguridad, ahorro energético y protección medioambiental, y, como consecuencia, ser más competitivos.
¿Cómo evalúa el impacto de la digitalización en las empresas del sector metalúrgico?
Tradicionalmente, el Metal ha sido pionero en el desarrollo y la incorporación de nuevas tecnologías y con la digitalización está ocurriendo lo mismo.
También es cierto que esa incorporación y su impacto en la actividad no es homogénea. Las pequeñas y medianas empresas, por su tamaño y estructura, encuentran más dificultades para beneficiarse de ese proceso de digitalización y las administraciones y los agentes sociales deben ser conscientes de ello para facilitarlo.
El tejido industrial en nuestro país está mayoritariamente formado por Pymes y todo lo que se haga para favorecerlas va a tener un efecto muy positivo en toda la economía y un retorno social muy relevante.
¿Qué medidas considera necesarias para promover la innovación en las empresas de este sector?
Es necesario aumentar las inversiones públicas en I+D+i impulsando el desarrollo de macroproyectos tractores transversales en sectores clave, apoyar la digitalización y la innovación en las pymes y mejorar la financiación de empresas en general y en particular de las emergentes e innovadoras.
Nuestro país necesita un sistema de I+D+i equilibrado e integrado que favorezca la cooperación público-privada, un marco fiscal y de ayudas claro y accesible, y que los fondos estructurales de la Unión Europea integren objetivos de contribución a la innovación y digitalización y lleguen rápida y eficazmente a la economía productiva.
¿Cuál es su opinión sobre la competitividad de la industria del metal española a nivel internacional?
Dentro de la industria del Metal hay un amplio abanico de actividades y situaciones muy distintas. En general, la competitividad se sitúa en niveles medios-altos y de manera creciente en segmentos de actividad y nichos que incorporan más tecnología y ‘know how’.
Nuestras industrias y servicios tienen todavía por delante margen de mejora tanto en cuanto a presencia en nuevos mercados y consolidación y ampliación de los actuales, como en avances cualitativos y cuantitativos en sus productos y servicios. En cualquier caso, el Metal español compite con éxito en mercados exigentes y sus productos tienen una imagen-país muy consolidada en la Unión Europea, nuestro mercado natural, y fuera de ella.
¿Qué estrategias se están implementando para abordar la escasez de talento y habilidades técnicas en el sector del metal?
Esta es una de las grandes preocupaciones en el Sector y uno de los ámbitos en los que mayores esfuerzos estamos realizando desde Confemetal para acercar la formación a las necesidades reales del mercado laboral y reducir el desajuste entre la oferta y la demanda de cualificaciones profesionales.
Para que la Industria pueda mantener su desarrollo tecnológico y su potencial innovador, es esencial contar con mano obra altamente cualificada, comprometida y adaptable. Es necesario que todos los escalones de la educación, desde la formación Secundaria a la Universidad, establezcan sistemas de comunicación y colaboración con las empresas que permitan adecuar los programas formativos a las necesidades reales del mercado laboral.
Los objetivos son reforzar los sistemas de orientación profesional, favorecer la elección de carreras formativas relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas para paliar la escasez de capacidades relacionadas con estos sectores y fomentar el reciclaje y la formación continua.
Otros de los objetivos son que las Pymes puedan acceder a sistemas de cualificación y planes de formación adaptados a sus necesidades y características, prestigiar la Formación Profesional y atraer a los jóvenes a la industria.
¿Cuál es el papel de la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa en las empresas del metal?
Tienen una importancia creciente y es una evidencia que se van incorporando a la gestión y a la planificación al mismo nivel de otros factores. En ambos casos, las empresas y los empresarios, como parte de su servicio a la sociedad son cada vez más conscientes y sensibles a cuestiones como la protección medioambiental, la salud, el bienestar, la cultura, el sistema de protección social, la inclusión, la igualdad, la conciliación, etc.
La integración de la sostenibilidad y la responsabilidad social en la gestión diaria y en la planificación a medio y largo plazo no es una opción, es ya una exigencia y lo será en mayor medida en el futuro. Introducir objetivos sociales en el desarrollo del negocio además de los orientados a incrementar la actividad y la rentabilidad, no debe considerase una distracción o un desperdicio de esfuerzo. Es complementario al núcleo de la actividad, la apoya y favorece la creación de valor.
¿Cómo están adaptándose las empresas del metal a las demandas del mercado en términos de producción más limpia y eficiente?
El Sector del Metal está liderando esa adaptación, no sólo aplicando las mejores tecnologías en su actividad, sino también desarrollando fabricando, instalando y manteniendo los equipos y sistemas que aseguran la producción limpia y eficiente de otros sectores.
Esa transición hacía una mayor sostenibilidad de nuestra economía se apoya en gran medida en la innovación desarrollada por el sector del Metal y constituye en sí misma una oportunidad para generar mayor actividad y mejor empleo.
¿Qué oportunidades ofrece la transición hacia una economía circular para el sector del metal?
La Economía Circular va a favorecer un crecimiento más sostenible y eficiente en el uso de los recursos, lo que ya está impulsando la innovación y la competitividad y generará nuevas oportunidades de crecimiento económico. Va a ser generadora de actividad y empleo en la gestión y reutilización de los residuos y en el desarrollo y la producción de equipos y sistemas para asegurar la eficiencia y el aprovechamiento de los recursos.
En un escenario de escasez y fluctuación de los precios de las materias primas como el actual, la Economía Circular contribuye a garantizar la seguridad del suministro de recursos esenciales y a la reducción de sus costes, e impulsará una organización de la producción caracterizada por una mejor gestión de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.
¿Qué medidas se están tomando para abordar los desafíos relacionados con la cadena de suministro en el sector del metal?
Las tensiones en los mercados de materias primas y componentes, y su transporte, y un incremento de los costes energéticos han tensionado las cadenas de suministro y han sido un factor que ha disparado la inflación y amenazado la rentabilidad de las empresas.
Las empresas han actuado diversificando sus proveedores y gestionando stocks y suministros más eficientemente y ello ha permitido paliar los efectos económicos y sociales de esas tensiones que, lamentablemente, no ceden como nos gustaría. El escenario sigue siendo complicado pero las empresas están demostrando su capacidad para afrontarlo.
¿Qué importancia tiene la colaboración entre empresas del sector del metal y centros de investigación para impulsar la innovación y la competitividad?
Es una de las claves del futuro, es imprescindible que la investigación y las empresas que son las que mejor conocen las necesidades reales de los mercados, colaboren estrechamente.
Desde Confemetal defendemos la necesidad de una Ley de Innovación que incluya a la empresa como actor central de la la cadena de I+D+i y establezca una definición amplia, unívoca y compartida sobre lo que se entiende por innovación y por actividades, empresas y proyectos innovadores.
La competitividad futura exige medidas que permitan desarrollar una estrategia abierta de I+D para lograr que España se alinee, al menos, con la media de inversión en innovación de los países de la Unión Europea.
¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento y desarrollo para la industria del metal en los próximos años?
La sociedad se enfrenta a una doble transición, ecológica y digital, que constituye uno de los cambios más profundos que la Sociedad Global ha tenido que acometer en la Historia, y en el que no será posible avanzar sin poner a la Industria en el centro de la acción. La Industria del Metal es clave para la sostenibilidad medioambiental y energética, el uso racional de los recursos, la salud, la seguridad, la inclusión… porque todo ello va a apoyarse en la actividad industrial: digitalización, tecnologías de comunicación, robótica, economía circular...
Las perspectivas de esta revolución ecológica y digital son, pues, muy buenas para la industria que debe ocupar un lugar central en la económica y en la atención social, recuperando prestigio y presencia.
¿Cuál es su opinión sobre la regulación y las políticas gubernamentales en relación con el sector del metal?
Para poder afrontar todos esos retos que mencionaba, desarrollar e incorporar nuevas tecnologías y contar con mano de obra cualificada y adaptada, el Sector necesita una reglamentación adecuada, que aporte seguridad jurídica y calidad en las normas y condiciones favorables a la inversión en mercados de capitales, un mercado unido y fortalecido, armonización, normalización y un respaldo público a su actividad. Es evidente que las políticas actuales están lejos de esas necesidades y que más que favorecer la actividad la obstaculizan e introducen desequilibrios en los mercados.
¿Qué medidas propondría para fortalecer la posición de la industria del metal en el contexto económico actual y futuro de España?
La Industria debe asentarse sobre la innovación y el conocimiento, el impulso de la inversión en infraestructuras, el compromiso con el desarrollo sostenible y el suministro de energía seguro y competitivo.
Esos vectores de crecimiento necesitan de la aplicación de políticas horizontales -como la laboral, la educativa, la fiscal, la medioambiental o la de competencia- decididas, alejadas de prejuicios ideológicos, asentadas en la realidad de la sociedad a la que deben servir y adaptadas a la dinámica de los mercados globales en los que las empresas compiten.
En el futuro también van a ser decisivas cuestiones de financiación o de internacionalización que permitan volver a la “economía sólida” que la Industria representa. Una Industria que tiene un considerable potencial de crecimiento y de generación de empleo. Se trataría, en suma, de medidas para que la industria en general y el Sector del Metal en particular sigan siendo atractivos para trabajar e invertir. Nada más y nada menos.